Artículo publicado originalmente en Valor Social

De David Sánchez Humanes, Director General de SERYES

A principios de los años 80, las incipientes cooperativas madrileñas se enfrentaban a múltiples obstáculos para asentarse en la región. Entre las dificultades, el desconocimiento por parte de las aseguradoras de las peculiaridades del modelo de propiedad cooperativo y sus necesidades dificultaba enormemente que estas entidades pudieran dar cobertura a sus riesgos de una forma adecuada y con un coste accesible.

Fruto de esta necesidad, un grupo de personas se unieron para dar respuesta a través de la negociación colectiva y la compra en grupo de seguros. De esta forma, en 1984 Seryes nació bajo la fórmula cooperativa como una correduría dedicada a la mediación entre el tercer sector y las compañías aseguradoras.

Sin embargo, la legislación continuó complicando el avance del modelo cooperativo, y esa situación no cambió durante la década. Así, el Real Decreto Legislativo 1347/1985 del 1 de agosto obligó a todas las corredurías que quisieran operar en territorio nacional a cambiar su forma jurídica a la de una sociedad participada por acciones. Por ello, y para poder continuar dando servicio al sector cooperativo, Seryes se vio obligada a transformarse en una sociedad anónima, manteniendo la estructura interna propia de una cooperativa.

Impulso a la Economía Social

En estos cuarenta años se ha producido una evolución del ecosistema de la Economía Social. Muchas de las antiguas cooperativas industriales desaparecieron, y, en paralelo, surgieron otras nuevas centradas en la construcción, las energías renovables, la educación y los cuidados. Surge un nuevo concepto que pretende ir un paso más allá en los principios cooperativos, implicando a toda la sociedad: la Economía Social y Solidaria. La crisis económica que se inició en 2008 barrió buena parte de las empresas y el empleo del país y, ante esa coyuntura, las cooperativas mostraron una resiliencia extraordinaria. Esa capacidad de adaptación llamó la atención de las autoridades europeas, que han incluido el impulso a la Economía Social entre sus prioridades por su potencial para acercarnos al cumplimiento de los objetivos de la Agenda 2030.

Seryes ha acompañado a estas entidades durante todo este proceso, fortaleciendo en el camino sus vínculos con el Tercer Sector. Hemos establecido alianzas con los principales representantes del sector: a nivel autonómico tenemos acuerdos con FECOMA y FAECTA, que aglutinan a las cooperativas de Madrid y Andalucía, respectivamente; a nivel estatal colaboramos con ASALMA, que representa a las sociedades laborales en todo el territorio, y somos parte de Reas Red de Redes, que une a todas las entidades de la Economía Social y Solidaria.

Impulso de un sistema financiero justo

Nuestro nacimiento y evolución han ido de la mano de la Economía Social. Durante ese camino, hemos sido cada vez más conscientes de la necesidad de impulsar otro modelo económico en el ámbito financiero. La crisis de 2008, que puso de manifiesto las consecuencias de las malas prácticas que se habían dado en el sector, nos llevó a trabajar para que los mismos principios que guían a la Economía Social puedan aplicarse a las entidades aseguradoras.

Así, junto con la cooperativa Arç Cooperativa, pusimos en marcha en 2013 CAES, un proyecto de intercooperación para promover el seguro ético y solidario, y fuimos acreditados en 2014 con el sello EthSi de Seguros Éticos y Solidarios.

El sello EthSi, otorgado por el Observatorio de Finanzas Éticas, valora la adecuación de un conjunto de criterios observables y medibles, con el fin de dar transparencia al mercado asegurador, y que los usuarios de estos servicios tengan la garantía de que van a recibir información clara y veraz, así como que el dinero de sus pólizas será gestionado de forma ética y no contribuirá a financiar empresas o sectores que tengan un impacto negativo en la sociedad, los derechos laborales o el medio ambiente.

La evaluación para obtener el sello incluye una auditoría sobre las inversiones, la responsabilidad social y ambiental, la estructura societaria y los mecanismos de toma democrática de decisiones y la existencia de un comité ético que las supervise, la política laboral y de transparencia, y ser usuario de servicios de banca ética. El resultado final del informe permite al usuario final de los servicios aseguradores obtener una imagen fiel de la responsabilidad social corporativa de la entidad en quien deposita su confianza.

Como ya adelanta la evaluación del sello EthSi, el sector asegurador está íntimamente ligado al sector bancario: ambos son depositarios de los ahorros de sus clientes, y con su política de inversiones tienen un impacto directo en el modelo económico. Por ello, en Seryes no queremos ser simplemente usuarios de banca ética, si no que somos socios de referencia de Fiare, y participamos en Coop57 y FonRedess. También, y a través de Caes, participamos en la Mesa de las Finanzas Éticas, un proyecto para impulsar un cambio hacia un modelo financiero más ético.

Cuando pensamos en el futuro, tenemos un objetivo claro: que la adopción de los principios de responsabilidad socioambiental y gestión ética no sean una excepción en el mercado asegurador, si no que sean la norma. Tenemos por ello una ardua tarea por delante, y la certeza de que cada vez son más las personas dispuestas a reclamar a las empresas un alineamiento con sus valores. El camino es largo, pero prometedor.