El certificado EthSI es un distintivo de calidad ética y solidaria que evalúa las buenas prácticas de compañías, corredurías y productos aseguradores.
Arç Cooperativa, correduría de seguros del proyecto CAES, consigue repetir un importante hito que demuestra la buena salud del sello y un interés creciente por parte de las consumidoras y las entidades del sector.
En 2023, Arç Cooperativa volvió a lograr un objetivo importante. Más de la mitad de los 3.700 seguros intermediados por la correduría de seguros del proyecto CAES fueron con entidades certificadas con el sello Ethical and Solidarity Based Insurance (EthSI).
Este certificado, impulsado por el Observatorio de las Finanzas Éticas, es un sello de calidad ética y solidaria. El distintivo acredita el grado de transparencia y buenas prácticas de las entidades del sector asegurador.
Repetir este hito, que la correduría consiguió por primera vez el 2021, constata la buena salud del sello EthSI. Esto demuestra la consolidación de un interés por parte de la ciudadanía de consumir de manera consciente también en la compra de seguros. A su vez, evidencia el cambio de rumbo de parte del sector del seguro de adoptar prácticas transparentes y responsables e inversiones éticamente orientadas.
Impulsando el seguro ético
Arç Cooperativa y SERYES tenemos un proyecto de intercooperació común para promover el seguro ético. Reivindicamos el sentido original del seguro como instrumento de cohesión social basado en la transparencia, la equidad y que reporte unos beneficios a la comunidad. Y es en este contexto en que entendemos que el sello EthSI como herramienta para desplegar el seguro ético y solidario.
La consolidación del certificado y, por tanto, de unas prácticas transparentes y social y ambientalmente responsables en el sector asegurador es el resultado de dos dinámicas. Por un lado, la suma de acciones de las entidades promotoras de las finanzas éticas y el consumo consciente que están consiguiendo despertar una consciencia crítica de la ciudadanía en el ámbito del seguro.
A su vez, gracias a la promoción de la certificación EthSI y dar visibilidad a unas prácticas más transparentes, éticas y solidarias del sector asegurador, cada vez más corredurías y compañías tienen la voluntad de asumir los cambios necesarios para poder ser acreditadas. Actualmente, un total de 12 entidades están certificadas con el sello que entrega el Observatorio.
El seguro ético un elemento clave de la transformación social y ambiental
Desde CAES siempre hemos defendido que los seguros éticos son una parte inseparable de las finanzas éticas, como lo son la banca y el crédito. Y es que la inversión, principal fuente de beneficios del sector asegurador, nos tiene que permitir establecer vínculos sociales al servicio de la comunidad. Según los datos del último Barómetro de las Finanzas Éticas, el sector asegurador ético gestionó alrededor de 2.030 millones de euros en inversiones el 2022.
Y sabemos que la promoción del sello EthSI nos ayudará a fomentar las realidades aseguradoras de carácter mutualista y éticamente orientadas que permiten incentivar vínculos de solidaridad entre personas y recuperar el hecho asegurador como bien socialmente útil. La apuesta por el sello es una de las estrategias que estamos desplegando para avanzar en la creación de un ecosistema financiero, democrático y social al servicio del bien común ante los retos sociales, ecológicos y democráticos que vivimos.
El Barómetro de las Finanzas Éticas y Solidarias es un informe que realiza una radiografía anual de la evolución de las finanzas éticas en todo el Estado.
Los datos presentados por el Observatorio de las Finanzas Éticas muestran que las primas del sector asegurador ético superaron los 1.220 millones de euros el 2022.
El pasado miércoles 25 de octubre tuvo lugar la presentación pública del Barómetro de las Finanzas Éticas 2023 en el Colegio de Economistas de Catalunya. El estudio presenta la evolución del sector bancario, parabancario y asegurador ético y solidario en el Estado español. Los nuevos datos del informe, que publica anualmente el Observatorio de las Finanzas Éticas y Financiación Ética y Solidaria (FETS), presentan una consolidación de las finanzas éticas en el conjunto del Estado, con un nuevo máximo histórico de 1.924 millones de euros en préstamo a proyectos transformadores y sociales.
El estudio también muestra como el ahorro recogido por las entidades éticas se ha multiplicado casi por 20 desde 2008, llegando a superar los 2.590 millones de euros. A su vez, el total de personas y entidades que operan con las finanzas éticas se sitúa por encima de las 186.000 usuarias. Estas cifras, ligeramente inferiores a las del año anterior, se explican por la crisis económica y social derivada de la pandemia de la covid-19 que ha obligado a muchas familias a reducir su ahorro.
Los seguros éticos, una pata clave de las finanzas éticas
Un año más, el Barómetro recoge los datos del sector asegurador ético, es decir, de las entidades, compañías y corredurías acreditadas con el sello EthSI (Ethical and Solidarity Based Insurance). Esta certificación, que otorga el Observatorio, valora el comportamiento ético por lo que respeta a las inversiones, la responsabilidad social, la transparencia y el fomento de la sostenibilidad social y ambiental.
Los datos del estudio presentados por Sergi Salavert, coordinador del Observatorio, señalan como las entidades acreditadas con el sello gestionaron en 2022 un volumen de primas de más de 1.200 millones de euros, el 1,8% del volumen total de primas en el Estado español. A su vez, el total de inversiones realizadas desde el sector del seguro ético se aproxima a los 2.030 millones de euros. Estas inversiones están controladas por las entidades aseguradoras con la supervisión del Observatorio. De este modo, se establecen medidas para evitar la inversión en empresas armamentistas, vinculadas a combustibles fósiles o juegos de azar.
Por lo que respeta a la mediación de seguros, como es el caso de las corredurías que forman parte de CAES, el Barómetro muestra un crecimiento del volumen de primas intermediadas, que llega hasta los 18 millones de euros, y el de las pólizas gestionadas por corredurías certificadas, que suman más de 27.000.
Historias que transforman vidas y comunidades
Durante la presentación, la coordinadora de FETS, Nina González, ha destacado la herramienta historias.fetsuna página web que presenta un mapeo de las iniciativas que han recibido financiación ética. Para González, no solo es importante «poner caras y conocer las historias que hacen posible la transformación social, también es fundamental hacer visible que otra manera de hacer economía es posible.»
Para el presidente de REAS Red de Redes y socio de Arç Cooperativa, Alfonso B. Bolado, las finanzas éticas «garantizan que ningún miembro de la sociedad se quede atrás». «Desde el punto de vista de la economía solidaria, el sistema de finanzas éticas completa el círculo virtuoso que define el circuito económico de la económica solidaria y el mercado social«, afirma Bolado.
Y es que las finanzas éticas son el mecanismo que ofrece una serie de herramientas financieras a los proyectos transformadores, con el objetivo de reducir las desigualdades, al servicio de una economía real no especulativa, social y ambientalmente sostenible e implicadas en el proceso de transición ecosocial.
El acto contó con las intervenciones de Jordi Via, presidente de FETS y socio fundador de Arç Cooperativa, y Esther Vidal, directora de Servicios de Economía y Solidaria y Alimentación Sostenible del Ayuntamiento de Barcelona.
La socia del proyecto CAES ha aportado, en la última década, más de 800.000 € a entidades de la economía solidaria. También tiene 90.000 € en participaciones en proyectos solidarios y transformadores.
La correduría de seguros ya da cobertura a más de 250.000 personas y más de 3.500 empresas y organizaciones tienen pólizas gestionadas de manera ética y solidaria con la cooperativa catalana.
Cerca de doscientas personas se reunieron el viernes 10 de noviembre en el Casinet d’Hostafrancs de Barcelona para celebrar el cuadragésimo aniversario de Arç Cooperativa, una de las entidades socias del proyecto CAES. El acontecimiento aglutinó a representantes de cooperativas y entidades de la economía solidaria para conmemorar las cuatro décadas de trayectoria del proyecto.
El acto tuvo como pilares las actuaciones musicales de Gemma Humet, Landry y la FM y una mesa redonda de expertas donde se debatió sobre los retos para avanzar hacia una transición ecológica, democrática, justa y feminista. El acontecimiento también contó con la participación de socias de Arç y se dio voz a otros proyectos transformadores como Sostre Cívic, Fiare Banca Ética y Coop57.
La cooperativa ha aprovechado la ocasión para publicar un interactivo que hace un recorrido por sus 40 años de historia para recordar el papel que ha jugado en la promoción de la economía social y solidaria, el cooperativismo y el mercado social.
40 años de historia
Arç Cooperativa nació el 1983 de la mano de un grupo de personas vinculadas a los movimientos sociales, el ecologismo y la izquierda anticapitalista de liberación nacional. Jordi Via, uno de los socios fundadores del proyecto y actual presidente de Financiación Ética y Solidaria, FETS, explicó que “su sueño era autoorganizarnos en cooperativa para podernos desarrollar profesionalmente y personalmente.”
Los valores fundacionales de la entidad eran la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. Actualmente, veinticinco personas, entre socias de trabajo y trabajadoras, viven del proyecto profesional de correduría de seguros.
Cooperando para transformar
Las socias fundadoras de Arç Cooperativa crearon la entidad con el objetivo que la actividad socioeconómica de la organización tuviera un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y las personas. Para llevarlo a cabo, Via destaca como, desde los inicios, “se buscaron acuerdos con otros proyectos cooperativos, críticos y transformadores, ya que la intercooperación es la manera natural de relacionarnos de las cooperativas y la economía solidaria”. En la actualidad, la cifra de acuerdos de intercooperación de Arç Cooperativa supera la setentena.
A través de esta estrategia, la cooperativa ha podido aportar, solo en esta última década, más de 800.000 € como retornos económicos y patrocinios a entidades de la economía solidaria y proyectos transformadores.
Al mismo tiempo, su apuesta por la cooperación con otros agentes y hacer crecer el mercado social les ha llevado a tejer diferentes alianzas. En 2003, fueron una de las impulsoras de la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya (XES) y, en 2011, tuvieron un papel fundamental en la creación del Grup Cooperatiu ECOS, una cooperativa que agrupa diferentes proyectos socioempresariales cooperativos.
En 2014, juntamente con SERYES, impulsaron CAES, para promover el seguro ético y solidario en todo el Estado español. Según su coordinador ejecutivo y actual presidente de REAS Red de Redes, Alfonso B. Bolado: “esta manera de trabajar en red es la mejor estrategia para escalar nuestra capacidad transformadora.”
Pioneras en el seguro ético
Arç Cooperativa juntamente con CAES, es una de las entidades referentes en la promoción del seguro ético. El 2009, fueron la primera correduría en obtener el sello EthSI de certificación ética y solidaria con el máximo nivel de registro. Desde entonces, han renovado cada año el distintivo que otorga el Observatorio de las Finanzas Éticas. El comité evaluador valora, entre otros datos, las cifras del 99% del flujo económico a través de entidades de las finanzas éticas; la paridad del equipo donde más del 56% son mujeres; una banda salarial del 2,37; o las 80 horas que las personas socias y trabajadoras destinaron el último año a cuidados personales y familiares.
Hoy en día, la correduría de seguros ética y solidaria ya protege a más de 250.000 personas y más de 3.500 cooperativas, organizaciones y proyectos ya confían en su gestión.
Impacto social y ambiental
Desde sus inicios, en Arç Cooperativa han querido recuperar el sentido original del seguro como experiencia comunitaria, vehículo de solidaridad y de cohesión social. Participan en diferentes estructuras de segundo grado de la economía social y solidaria, como lo es el proyecto CAES, y tienen invertidos 90.000 € en diferentes proyectos socio-empresariales cooperativos, ambientalmente sostenibles y transformadores. Según Bolado, “hay que llevar los valores a la práctica y no quedarnos solo en una declaración de intenciones”. El coordinador ejecutivo explica que la aportación de capital es solo una de estas prácticas transformadoras.
Además, la intención de la cooperativa es continuar siendo un agente clave en la creación y la promoción del sector asegurador éticamente orientado, estrategia fundamental para avanzar hacia una transición ecológica, democrática, justa y feminista. Bolado declara que “desde Arç Cooperativa estamos comprometidas en ampliar nuestra oferta de productos y servicios específicos para los sectores más estrechamente ligados a esta necesaria transición ecosocial”. Y esta estrategia pasa para seguir promoviendo un sector asegurador éticamente orientado dentro del sistema integral de finanzas éticas a través de la herramienta CAES.
La emergencia climática y el agotamiento de los recursos fósiles han precipitado una transición energética con importantes implicaciones en los modelos de producción, distribución y consumo de la energía. Mientras las grandes empresas y los grupos financieros que han contribuido al calentamiento global están volcadas en controlar el sector de las renovables, ciudadanía, comunidades de vecinos, asociaciones y cooperativas están creando alianzas bajo el paraguas de las comunidades energéticas para desempeñar un rol protagonista en la producción y la distribución de la energía. ¿Qué papel pueden jugar las entidades de las finanzas éticas en la consolidación de un movimiento ciudadano basado en el empoderamiento, la propiedad colectiva y la democratización de la energía?
Clara Soler Roig y Albert Castillo i Sampedro*
Estos últimos años, la ciudadanía organizada, los grupos ecologistas, los movimientos sociales y la economía solidaria se están organizando para promover que la necesaria transición ecológica se haga siguiendo criterios de justicia social y democracia económica. Proponen que los cambios que debemos implementar como sociedad para que las actividades humanas no pongan en peligro la sostenibilidad del planeta deben ir en paralelo con la erradicación de la pobreza y las desigualdades sociales, situando la sostenibilidad de la vida como el objetivo prioritario.
Las comunidades energéticas son un ejemplo paradigmático de esta transición ecológica justa y democrática. Nacidas de la voluntad y determinación de grupos de personas para organizarse de forma democrática y autogestionada, proponen un sistema energético sostenible al servicio del bien común. Son propuestas colectivas basadas en la obtención de energía de una fuente de origen renovable para el autoconsumo. De este modo, las consumidoras pueden acceder a una energía limpia, de la cual son copropietarias, a un precio más justo.
El compromiso de la economía solidaria con las comunidades energéticas
Las comunidades energéticas comparten su ADN con el movimiento de la economía solidaria basado en la equidad, la sostenibilidad ecológica, la cooperación, el reparto justo de la riqueza y el compromiso con el entorno. No es casualidad que muchas de las iniciativas que promueven la creación de comunidades energéticas nazcan de cooperativas y entidades de la economía solidaria.
Primer encuentro de comunidades energéticas de l’economia social y solidaria de Som Comunitats
En Cataluña, Som Comunitats es una alianza entre siete entidades y cooperativas de la economía social y solidaria para fomentar la creación de comunidades energéticas desde los principios éticos y solidarios. Según Francesc Casadellà, miembro del equipo de Som Comunitats, “la transición energética no se basa solo en la descarbonización del sistema, sino que también queremos democratizar el acceso y el uso energético, apostando por una propiedad colectiva y no dejar a nadie fuera”. La plataforma ha acompañado a unas sesenta comunidades energéticas repartidas por toda la Península Ibérica, Baleares y Canarias. Actualmente, están trabajando para poder ayudar a la creación de más de 1.000 comunidades, una en cada municipio y barrio de Cataluña, a partir de este otoño.
En 2017, Som Energia, una de las 7 entidades impulsoras de Som Comunitats, creó, conjuntamente con Coop57 el Germinador Social, un concurso para estimular el “desarrollo de nuevos modelos de democratización de la energía y el empoderamiento social, la eficiencia energética y las energías renovables”, según Casadellà. A partir de 2020, los premios incluyeron una categoría dedicada a las comunidades energéticas. Desde entonces, 35 comunidades energéticas han participado y 13 han sido galardonadas.
Asamblea de BATEC
En Barcelona, otro grupo de cooperativas y asociaciones de la economía social y solidaria se han agrupado en el proyecto BATEC, una iniciativa que tiene como objetivo ser a referente en la transición energética hacia un modelo sostenible, justo y democrático. “Impulsamos proyectos transformadores que presenten retos complejos que requieran la intercooperación para abordarlos”, comenta Gaia D’Elia, coordinadora de BATEC. Según la responsable, las comunidades energéticas son una herramienta fundamental para transformar el modelo energético, pero no la única: “Trabajamos con escuelas, cooperativas agrarias y otras entidades para promover la descarbonización y la ambientalización de los espacios donde vivimos, trabajamos o producimos.”
A nivel estatal, Unión Renovables, la unión de cooperativas de consumidoras y usuarias de energías renovables que aboga por un consumo responsable, un empoderamiento ciudadano y un modelo de gestión de la energía distribuida, también fomenta la creación de comunidades energéticas desde los principios de la cooperación y la ayuda mutua. Según Alfonso García Márquez, portavoz de Unión Renovables, la propuesta de las comunidades energéticas “encaja como un guante” con los objetivos de la entidad. Para García, el modelo cooperativo aporta las herramientas e instrumentos que necesitan las comunidades energéticas, ya que el cooperativismo “permite dotarnos de reglas y valores, con prácticas sociales de éxito.”
Otras finanzas para la transición ecológica
ara entender el papel de la economía solidaria, el cooperativismo y las finanzas éticas en la transición energética es fundamental reflexionar sobre la otra cara de la moneda. El sistema financiero convencional mantiene un papel central en la economía fósil y el calentamiento global. El informe Banking on Climate Chaos 2022, publicado por seis organizaciones no gubernamentales internacionales constata como las sesenta mayores entidades bancarias del mundo concedieron 4,6 billones de dólares en seis años al sector de los combustibles fósiles.
En paralelo, veinticuatro organizaciones de todo el mundo promovieron, en el marco de la campaña Insurance our Future, el estudio 2022 Scorecard on Insurance, Fossil Fuels and the Climate Emergency. El informe recoge cómo todavía grandes compañías aseguradoras y reaseguradoras dan cobertura a los riesgos asociados con la extracción de petróleo y gas, dos elementos clave en el calentamiento global.
Datos como estos demuestran cómo las entidades financieras convencionales, aunque están cambiando su foco de actividad e inversión hacia una economía ‘verde’, siguen apostando por inversiones que, como en la extracción de combustibles fósiles, buscan el máximo beneficio en el menor tiempo posible. En definitiva, son actores clave en armar un sistema económico y productivo totalmente desconectado de las necesidades reales del planeta, de las personas y de la economía real.
En contrapartida, existen otras finanzas basadas en criterios éticos, movidas por los valores de justicia y transformación, participativas, transparentes y que buscan financiar proyectos con importantes repercusiones sociales, culturales y medioambientales. Las finanzas éticas ya representan el 5% del PIB de toda la Unión Europea, como indica el primer informe Las Finanzas Éticas y Sostenibles en Europa, publicado por la Fondazione Finanza Etica y la Fundación Finanzas Éticas.
Oficinas de Fiare Banca Etica en Barcelona
La economía solidaria tiene muy claro la necesidad de consolidar un ecosistema financiero al servicio del bien común controlado democráticamente, que redirija el flujo del crédito y la inversión hacia la resolución de las necesidades sociales y ambientales. Entidades cooperativas de las finanzas éticas como Fiare Banca Etica o Arç Cooperativa están demostrando que su actividad socioeconómica está al servicio de una transición ecológica justa y democrática en su conjunto y de las comunidades energéticas en particular.
Apoyando la parte financiera desde Fiare Banca Etica
Fiare Banca Etica como entidad cooperativa organizada desde la sociedad civil, comparte los principios de comunidad, democracia y ser una herramienta al servicio de la ciudadanía. En 2019 se presentó un primer centro educativo en Madrid que solicitaba un préstamo para la instalación de placas de autoconsumo en sus edificios y desde ese momento la cooperativa creó líneas de productos tanto para entidades como para particulares y sus comunidades energéticas para poder acompañarlos en este proceso de cambio.
Encuentro de Asomada Solar a Cartajena
En 2022, el banco participó financieramente con la puesta en marcha de la comunidad energética La Pablo Renovable, probablemente la comunidad de vecinas más grande de todo el Estado, en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid. El objetivo principal era generar un “barrio solar” que provea de energía más limpia a 504 hogares de más de diez comunidades que conforman la mancomunidad de Pablo Iglesias. Por otro lado, también hay particulares que en su condición individual dan el paso hacia el autoconsumo allí donde viven, y la cooperativa les apoya con la financiación de su instalación.
Asegurando la generación de energía limpia y democrática
Por su parte, Arç Cooperativa, correduría de seguros integrada en el grupo CAES, mantiene un compromiso explícito con la transición ecológica, justa y democrática, desarrollando productos y servicios para responder a las necesidades derivadas de la transición ecosocial. Esta apuesta llevó a la cooperativa a negociar con compañías y entidades aseguradoras productos para cubrir las necesidades específicas de las comunidades energéticas, que distan mucho de los riesgos de instalaciones convencionales de generación de energía renovable. En su oferta destaca un seguro colectivo de responsabilidad civil diseñado según las características y el crecimiento de las comunidades.
Equipo de Arç Cooperativa
Una de las comunidades energéticas que forma parte de este seguro colectivo es EnHerKom, de la localidad guipuzcoana de Hernani, donde destaca la colaboración público-comunitaria para el impulso de la comunidad energética. Se trata de un proceso de democratización donde los movimientos sociales y la ciudadanía defienden la gestión colectiva en una alianza con el poder público para su consolidación. En el caso de la comunidad energética hernaniarra, el consistorio ha aportado recursos y ha jugado un papel fundamental como socio colaborador. Ahora bien, los responsables de la entidad recuerdan que “el ayuntamiento debe tener claro su papel como un socio más de la comunidad energética”.
En el barrio pamplonés de Mendillori encontramos otra asociación adherida al seguro colectivo, la comunidad energética Mendillorriko Komunitate Energetikoa ‘Kemendi’. Según la Junta Directiva de la asociación, las entidades financieras tradicionales les han brindado muy poca ayuda o incluso han dejado sin responder sus peticiones. Se trata de una situación que refleja la distancia entre estas entidades más convencionales y la ciudadanía organizada en proyectos transformadores.
El caso de ‘Kemendi’ es otro ejemplo de la alianza entre administraciones y ciudadanía. La asociación nació gracias a una iniciativa promovida desde la Agencia Energética del Ayuntamiento. Además, el consistorio navarro se ha comprometido a ceder parte de la potencia de una instalación fotovoltaica del barrio a la asociación.
Grupo promotor de la Mendillorriko Komunitate Energetikoa ‘Kemendi’ de Pamplona
A más de 2.000 kilómetros de Navarra, en la isla canaria de La Palma, un grupo de ciudadanas, pequeñas empresas y administraciones se han organizado alrededor de Energía Bonita, una comunidad energética que abarca toda la isla y que tiene como objetivo “conseguir que buena parte de la generación de energía sea de propiedad ciudadana”. Núria Albet Torres, presidenta de la asociación, asegura que tienen importantes retos, pero están convencidas de que el proyecto puede ser “una oportunidad de mejora de la calidad democrática de nuestro territorio”.
Comunidades energéticas y finanzas éticas, aliadas en la transformación
Las comunidades energéticas, con sus particularidades y puntos en común, han llegado para ser un instrumento al servicio de la ciudadanía que quiere dar el paso para construir un modelo de provisión de energía limpia. Ya sea en Hernani, Pamplona, la Palma, Madrid, Rivas Vaciamadrid o Barcelona, grupos de personas se están organizando no solo para conseguir generar este nuevo modelo de autoconsumo, sino que crean modelos basados en la horizontalidad y la recuperación de lazos comunitarios, dos características que compartimos las finanzas éticas y las comunidades energéticas en una sociedad que empuja hacia modelos individuales de maximización del beneficio.
Nuestra base común lleva a las entidades de las finanzas éticas a ponerse al servicio de las comunidades energéticas con el fin de prestar los servicios que puedan requerir y promover esta intercooperación para crecer y consolidar un modelo que aporta bienestar a la ciudadanía y al medioambiente. Paralelamente, hay grandes retos de trabajo como son el desconocimiento legal en el propio proceso y las trabas administrativas que grandes distribuidoras y comercializadoras ponen para retardar los procesos de conexión final. El camino será largo, pero estamos a tiempo de hacer las cosas mejor.
*Clara Soler Roig y Albert Castillo i Sampedro son los responsables de comunicación de Fiare Banca Etica y Arç Cooperativa – CAES, respectivamente.
Cuando compramos generamos un impacto que puede ser más o menos positivo para las personas, las comunidades y el medio ambiente. Analizamos algunas pistas para garantizar el impacto positivo de nuestro dinero y nuestro consumo.
Aumento de la temperatura del planeta, conflictos armados, crisis migratorias, escasez de recursos, extracción de combustibles fósiles, desperdicio alimentario, pobreza o desigualdad de género… La red y los medios de comunicación nos recuerdan a diario las consecuencias de la crisis social y ecológica que afrontamos como humanidad. Frente a esta avalancha de información, es normal sentirse abrumada y pensar que tenemos poca capacidad de influir en decisiones que, muy a menudo, se toman en despachos lejanos.
Sin embargo, todas tenemos un enorme poder como consumidoras. Como sostiene el colectivo Carro de Combate, “consumir es un acto político, ya que con nuestras compras diarias apoyamos a las empresas que están detrás de ellas.” Cuando compramos (o mejor aún, cuando no consumimos o lo hacemos de forma consciente) generamos un impacto que puede ser más o menos positivo para las personas, las comunidades y el medio ambiente. Reflexionar sobre qué tarjeta de crédito usamos al pagar, cómo se cultivaron los alimentos que comemos o en qué condiciones trabajan las personas que fabricaron nuestra ropa, y aplicar cambios en nuestros hábitos de consumo puede tener consecuencias muy diferentes para el medio ambiente y la sociedad.
Los sellos, herramientas para escoger de manera consciente
Pero llevar a la práctica un consumo más consciente (o responsable o crítico) cuando compramos bienes o servicios no siempre es fácil. El poco tiempo y energía que nos queda después de largas jornadas laborales en el trabajo y en casa no facilita tomarnos un descanso y reflexionar de manera crítica ante cada uno de los productos que necesitamos para nuestra vida cuotidiana.
Un ejemplo de herramientas fáciles de comprender y con un amplio recorrido son las certificaciones del comercio justo. Sellos como Fairtrade, Símbolo de Pequeños Productores, Naturland Fair, Faír for Life o World Fair Trade Organization permiten a las consumidoras escoger un producto con la garantía que las personas han trabajado bajo criterios de justicia social y sostenibilidad económica y ambiental. Además, nos brindan la seguridad de que la relación comercial internacional entre las consumidoras, las trabajadoras y las empresas está basada en el diálogo, la transparencia y el respeto.
A partir de las características de los sistemas de certificación del movimiento de comercio justo, el Observatorio de las Finanzas Éticas creó el sello EthSI (Ethical and Solidarity Based Insurance) hace más de quince años. El objetivo era identificar unos estándares e indicadores auditables por una comisión de control independiente que permitiera traducir los principios de transparencia, responsabilidad y respeto por el territorio, y las inversiones con un impacto social y ambiental positivo dentro del sector asegurador. De este modo, se buscó facilitar la práctica del consumo consciente a la hora de contratar un seguro a través de la creación de un logo fácilmente reconocible.
El sello EthSI, una herramienta contra la opacidad de los seguros
¿Por qué es importante la existencia de un sello como EthSI? Mientras que muchas estamos familiarizadas con las malas prácticas de las entidades bancarias como las participaciones preferentes, las hipotecas sub-prime o la acumulación de pisos vacíos procedentes de desahucios, los seguros son probablemente el sector más opaco y desconocido del sistema financiero.
A pesar de estar fuera del foco mediático, se estima que la facturación del sector asegurador en España representa más del 10% del producto interior bruto del país. En otras palabras, “el sector asegurador español factura más que los veinte países más pobres de África”, como recoge Gerardo Santos en El negocio de los seguros: la sombra y la ética.
Además, las compañías de seguros, como gestoras de riesgos, son las responsables de dar cobertura a proyectos de extracción de carbón, petróleo y gas sin las que su actividad sería impracticable. La campaña internacional Insurance Our Future señala estas malas praxis e insta a las principales compañías aseguradoras a dejar de gestionar y dar cobertura a los altos riesgos asociados a la extracción de combustibles fósiles.
EthSI y las buenas prácticas del seguro ético
Desde hace años, el Barómetro de las Finanzas Éticas ha recopilado algunas de las buenas prácticas del sector asegurador ético. Por poner algunos ejemplos, en las corredurías de seguro acreditadas con el sello EthSI, el 55% de los cargos directivos están ocupados por mujeres, en comparación con el 30% en las entidades convencionales. En cuanto a la igualdad salarial en las corredurías éticas, la diferencia entre los sueldos más altos y más bajos de las plantillas se sitúa por debajo de 1 sobre 4 de media.
En términos de inversión, las entidades acreditadas con la certificación EthSI han incorporado criterios éticos de control. En lugar de financiar empresas armamentistas, vinculadas a los combustibles fósiles o a los juegos de azar, deben demostrar que sus inversiones repercuten positivamente en las personas, las comunidades y el territorio. La inversión con este criterio superó los 3.000 millones de euros el 2022. Además, el 70% de las entidades registradas consumen toda su energía de fuentes de origen renovable.
En resumen, el sello EthSI es una herramienta que nos permite conocer el grado de transparencia y buenas prácticas de las corredurías, las mutualidades y las compañías de seguros. De este modo, las consumidoras podemos adquirir un seguro que se ajuste mejor a nuestros valores. Así, al escoger un seguro con una entidad certificada contribuimos a revertir la especulación financiera, frenar la industria armamentista, promover los valores de la economía social y solidaria y recuperar la función social del seguro.
Utilizamos cookies para asegurar que damos la mejor experiencia al usuario en nuestro sitio web. Al pulsar aceptar consiente el uso de la cookies en su navegación.
This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.