El certificado EthSI es un distintivo de calidad ética y solidaria que evalúa las buenas prácticas de compañías, corredurías y productos aseguradores.
Arç Cooperativa, correduría de seguros del proyecto CAES, consigue repetir un importante hito que demuestra la buena salud del sello y un interés creciente por parte de las consumidoras y las entidades del sector.
En 2023, Arç Cooperativa volvió a lograr un objetivo importante. Más de la mitad de los 3.700 seguros intermediados por la correduría de seguros del proyecto CAES fueron con entidades certificadas con el sello Ethical and Solidarity Based Insurance (EthSI).
Este certificado, impulsado por el Observatorio de las Finanzas Éticas, es un sello de calidad ética y solidaria. El distintivo acredita el grado de transparencia y buenas prácticas de las entidades del sector asegurador.
Repetir este hito, que la correduría consiguió por primera vez el 2021, constata la buena salud del sello EthSI. Esto demuestra la consolidación de un interés por parte de la ciudadanía de consumir de manera consciente también en la compra de seguros. A su vez, evidencia el cambio de rumbo de parte del sector del seguro de adoptar prácticas transparentes y responsables e inversiones éticamente orientadas.
Impulsando el seguro ético
Arç Cooperativa y SERYES tenemos un proyecto de intercooperació común para promover el seguro ético. Reivindicamos el sentido original del seguro como instrumento de cohesión social basado en la transparencia, la equidad y que reporte unos beneficios a la comunidad. Y es en este contexto en que entendemos que el sello EthSI como herramienta para desplegar el seguro ético y solidario.
La consolidación del certificado y, por tanto, de unas prácticas transparentes y social y ambientalmente responsables en el sector asegurador es el resultado de dos dinámicas. Por un lado, la suma de acciones de las entidades promotoras de las finanzas éticas y el consumo consciente que están consiguiendo despertar una consciencia crítica de la ciudadanía en el ámbito del seguro.
A su vez, gracias a la promoción de la certificación EthSI y dar visibilidad a unas prácticas más transparentes, éticas y solidarias del sector asegurador, cada vez más corredurías y compañías tienen la voluntad de asumir los cambios necesarios para poder ser acreditadas. Actualmente, un total de 12 entidades están certificadas con el sello que entrega el Observatorio.
El seguro ético un elemento clave de la transformación social y ambiental
Desde CAES siempre hemos defendido que los seguros éticos son una parte inseparable de las finanzas éticas, como lo son la banca y el crédito. Y es que la inversión, principal fuente de beneficios del sector asegurador, nos tiene que permitir establecer vínculos sociales al servicio de la comunidad. Según los datos del último Barómetro de las Finanzas Éticas, el sector asegurador ético gestionó alrededor de 2.030 millones de euros en inversiones el 2022.
Y sabemos que la promoción del sello EthSI nos ayudará a fomentar las realidades aseguradoras de carácter mutualista y éticamente orientadas que permiten incentivar vínculos de solidaridad entre personas y recuperar el hecho asegurador como bien socialmente útil. La apuesta por el sello es una de las estrategias que estamos desplegando para avanzar en la creación de un ecosistema financiero, democrático y social al servicio del bien común ante los retos sociales, ecológicos y democráticos que vivimos.
La socia del proyecto CAES ha aportado, en la última década, más de 800.000 € a entidades de la economía solidaria. También tiene 90.000 € en participaciones en proyectos solidarios y transformadores.
La correduría de seguros ya da cobertura a más de 250.000 personas y más de 3.500 empresas y organizaciones tienen pólizas gestionadas de manera ética y solidaria con la cooperativa catalana.
Cerca de doscientas personas se reunieron el viernes 10 de noviembre en el Casinet d’Hostafrancs de Barcelona para celebrar el cuadragésimo aniversario de Arç Cooperativa, una de las entidades socias del proyecto CAES. El acontecimiento aglutinó a representantes de cooperativas y entidades de la economía solidaria para conmemorar las cuatro décadas de trayectoria del proyecto.
El acto tuvo como pilares las actuaciones musicales de Gemma Humet, Landry y la FM y una mesa redonda de expertas donde se debatió sobre los retos para avanzar hacia una transición ecológica, democrática, justa y feminista. El acontecimiento también contó con la participación de socias de Arç y se dio voz a otros proyectos transformadores como Sostre Cívic, Fiare Banca Ética y Coop57.
La cooperativa ha aprovechado la ocasión para publicar un interactivo que hace un recorrido por sus 40 años de historia para recordar el papel que ha jugado en la promoción de la economía social y solidaria, el cooperativismo y el mercado social.
40 años de historia
Arç Cooperativa nació el 1983 de la mano de un grupo de personas vinculadas a los movimientos sociales, el ecologismo y la izquierda anticapitalista de liberación nacional. Jordi Via, uno de los socios fundadores del proyecto y actual presidente de Financiación Ética y Solidaria, FETS, explicó que “su sueño era autoorganizarnos en cooperativa para podernos desarrollar profesionalmente y personalmente.”
Los valores fundacionales de la entidad eran la ayuda mutua, la responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad y la solidaridad. Actualmente, veinticinco personas, entre socias de trabajo y trabajadoras, viven del proyecto profesional de correduría de seguros.
Cooperando para transformar
Las socias fundadoras de Arç Cooperativa crearon la entidad con el objetivo que la actividad socioeconómica de la organización tuviera un impacto positivo en la sociedad, el medio ambiente y las personas. Para llevarlo a cabo, Via destaca como, desde los inicios, “se buscaron acuerdos con otros proyectos cooperativos, críticos y transformadores, ya que la intercooperación es la manera natural de relacionarnos de las cooperativas y la economía solidaria”. En la actualidad, la cifra de acuerdos de intercooperación de Arç Cooperativa supera la setentena.
A través de esta estrategia, la cooperativa ha podido aportar, solo en esta última década, más de 800.000 € como retornos económicos y patrocinios a entidades de la economía solidaria y proyectos transformadores.
Al mismo tiempo, su apuesta por la cooperación con otros agentes y hacer crecer el mercado social les ha llevado a tejer diferentes alianzas. En 2003, fueron una de las impulsoras de la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya (XES) y, en 2011, tuvieron un papel fundamental en la creación del Grup Cooperatiu ECOS, una cooperativa que agrupa diferentes proyectos socioempresariales cooperativos.
En 2014, juntamente con SERYES, impulsaron CAES, para promover el seguro ético y solidario en todo el Estado español. Según su coordinador ejecutivo y actual presidente de REAS Red de Redes, Alfonso B. Bolado: “esta manera de trabajar en red es la mejor estrategia para escalar nuestra capacidad transformadora.”
Pioneras en el seguro ético
Arç Cooperativa juntamente con CAES, es una de las entidades referentes en la promoción del seguro ético. El 2009, fueron la primera correduría en obtener el sello EthSI de certificación ética y solidaria con el máximo nivel de registro. Desde entonces, han renovado cada año el distintivo que otorga el Observatorio de las Finanzas Éticas. El comité evaluador valora, entre otros datos, las cifras del 99% del flujo económico a través de entidades de las finanzas éticas; la paridad del equipo donde más del 56% son mujeres; una banda salarial del 2,37; o las 80 horas que las personas socias y trabajadoras destinaron el último año a cuidados personales y familiares.
Hoy en día, la correduría de seguros ética y solidaria ya protege a más de 250.000 personas y más de 3.500 cooperativas, organizaciones y proyectos ya confían en su gestión.
Impacto social y ambiental
Desde sus inicios, en Arç Cooperativa han querido recuperar el sentido original del seguro como experiencia comunitaria, vehículo de solidaridad y de cohesión social. Participan en diferentes estructuras de segundo grado de la economía social y solidaria, como lo es el proyecto CAES, y tienen invertidos 90.000 € en diferentes proyectos socio-empresariales cooperativos, ambientalmente sostenibles y transformadores. Según Bolado, “hay que llevar los valores a la práctica y no quedarnos solo en una declaración de intenciones”. El coordinador ejecutivo explica que la aportación de capital es solo una de estas prácticas transformadoras.
Además, la intención de la cooperativa es continuar siendo un agente clave en la creación y la promoción del sector asegurador éticamente orientado, estrategia fundamental para avanzar hacia una transición ecológica, democrática, justa y feminista. Bolado declara que “desde Arç Cooperativa estamos comprometidas en ampliar nuestra oferta de productos y servicios específicos para los sectores más estrechamente ligados a esta necesaria transición ecosocial”. Y esta estrategia pasa para seguir promoviendo un sector asegurador éticamente orientado dentro del sistema integral de finanzas éticas a través de la herramienta CAES.
«Nuestro mayor problema es que aquello que es socialmente y ecológicamente necesario es políticamente y culturalmente imposible, porque la mayoría de la gente es capaz de imaginarse antes el fin del mundo que el fin del capitalismo. Pero no tenemos más remedio que intentarlo, y la Economía Social y Solidaria (ESS) tiene que ser una de las fuerzas que ponga el cuerpo.»
Jorge Riechmann y Frederic Jameson, citados por Jordi Garcia a Economía Solidaria de supervivencia. [1]
Capitalismo: crisis ecológica, económica, social y política
Vivimos una conjunción de crisis a escala planetaria interconectadas entre sí, fruto de las dinámicas propias del sistema capitalista. La organización económica, social y política que plantea este sistema, basado en la producción y el consumo, ha demostrado no tener en cuenta los límites físicos del planeta. El capitalismo destruye los vínculos que sostienen la vida. Cómo apunta la activista ecofeminista Yayo Herrero, el sistema capitalista ha evidenciado, en menos de 200 años, que la obtención de beneficios como único objetivo lleva a superar los límites biofísicos del planeta y a apoderarse del tiempo de las personas para ponerlo al servicio del mercado. [2]
El compañero Jordi Garcia Jané, cooperativista y referente de la economía solidaria, en el artículo «Economía Solidaria de supervivencia» agrupaba los principales retos de la humanidad en dos grandes bloques. El primero es combatir la pobreza y reducir la desigualdad entre pueblos, géneros y clases. El segundo es «parar la crisis ecológica y reinsertar la economía dentro de los límites biofísicos de la Tierra.» (Garcia Jané, 2022a)
Según diferentes autoras, como Herrero o Garcia, es imprescindible revertir estos dos desafíos, ya que el incumplimiento de cualquier de los dos amenaza al conjunto de la especie humana y a todo el planeta. Cada día, los medios de comunicación nos muestran cuáles son las consecuencias de no afrontar estos retos. Las catástrofes climáticas, la escasez de recursos, la pérdida de biodiversidad, el calentamiento global, la generalización del hambre o la proliferación de conflictos armados son solo algunos ejemplos. Y es que, al fin y al cabo, como expresa Jordi Garcia, «todo son dimensiones de una misma crisis global, la del sistema patriarcal capitalista.» [2] [3]
Ante la incertidumbre del futuro que nos depara, las investigadoras especializadas en sostenibilidad de Altekio Concepción Piñeiro y Laura Lucio, en el marco del proyecto Futurs Impossibles impulsado por la Xarxa d’Economia Solidària de Catalunya (XES), han trazado cuatro escenarios de futuro para una Cataluña postcolapso: el Green New Deal Corporativo y el ecofascismo, en los cuales primaría la lógica de mercado y los intereses oligárquicos, y el Green New Deal Transformador y el decrecimiento, en los que la lógica del bien común y los intereses populares prevalecerían por sobre el resto. [4]
Teniendo en cuenta estos posibles escenarios, desde la economía solidaria estamos obligadas a empujar hacia un sistema en el que las actividades económicas sitúen la sostenibilidad de la vida y los límites del planeta como objetivos prioritarios y a la vez nos permita avanzar hacia una sociedad más democrática, solidaria e igualitaria. En palabras de la activista Yayo Herrero al referirse a la encrucijada en la cual nos encontramos: “los movimientos sociales y las izquierdas institucionales tenemos que responsabilizarnos y actuar de manera coherente con las diagnosis que se hacen. La cuestión es ver si podemos estar a la altura del momento histórico que nos ha tocado vivir.” [5]
La importancia de la transición ecosocial
Entendemos por transición ecosocial el conjunto de cambios económicos, políticos y culturales que nos tienen que permitir «parar la degradación del planeta, erradicar la pobreza, impedir la desigualdad social y situar la sostenibilidad de la vida como objetivo prioritario y referente de las actividades productivas.» [6]
La transición ecosocial requiere una serie de cambios profundos y estructurales, sobre todo en los países del norte global, que van desde el replanteamiento del modelo de producción y consumo, la socialización del sistema financiero, una mejor redistribución de la riqueza y una profundización en materia de calidad democrática, democracia económica y autosuficiencia.
Debemos tener claro, tal como nos apunta Garcia, que apostar por la transición ecosocial no supone «desmantelar el capitalismo patriarcal y productivista». Eso sí, hacerlo nos puede ayudar a erosionar y embridar el capitalismo desbocado a favor de la sostenibilidad de la vida (Garcia Jané, 2022a).
El papel de la ESS en la transición ecosocial
Eva Vilaseca, bióloga, miembro de Espai Ambiental y cocoordinadora de Futurs Impossibles, recogía como algunas autoras, como la ya citada Yayo Herrero o Fernando Prats, urbanista y codirector del programa Cambio Global España 2020/50, ya contemplaban hace más de una década el potencial de la ESS para ocupar un espacio protagonista en el proceso de transición ecológica. [7]
Vilaseca defendía esta tesis porque las entidades de la ESS no solo tienen en cuenta el vector ambiental, sino también la democracia y la justicia. Una transición ecológica sin tener en consideración estos ejes supondría, sin lugar a dudas, un aumento de desigualdades. [8]
Rubèn Suriñach, economista, miembro de la XES y cocoordinador de Futurs Impossibles, también comparte este punto de vista sobre la capacidad de las iniciativas de la economía solidaria de liderar la transición ecosocial, ya que somos proyectos socioeconómicos que actuamos con conciencia ambiental, que nos gestionamos democráticamente y que actuamos desde la justicia laboral, económica y social. [9]
Y es que las entidades de la economía solidaria podemos jugar un papel muy importante en este escenario de transición gracias a nuestra capacidad de influencia, de generar comunidad y de crear iniciativas fácilmente reproducibles. Para hacerlo, es imprescindible crear una «agenda compartida entre movimientos emancipadores que socialice las reivindicaciones, favorezca la solidaridad entre las luchas y prepare movilizaciones conjuntas para resolver a favor de las clases populares» los retos que estamos afrontando (Garcia Jané, 2022a).
En esta línea, la XES impulsó un proceso de reflexión estratégica para «hacer aportaciones a marcos de articulación de colectivos sociales, movimientos y organizaciones» en el marco de la transición ecosocial. Uno de los hitos más destacados de este proceso es la redacción y la publicación del documento Propuestas para la democratización económica y la transición ecosocial (XES, 2022).
Arç Cooperativa, interpeladas por la transición ecosocial
Arç Cooperativa, entidad que forma parte del proyecto CAES, es una de las organizaciones socias que impulsó la XES, Opcions de consum responsable y FETS – Financiación Ética y Solidaria, asociación que forma parte de laCoordi, tres de las entidades impulsoras de la campaña Futurs Impossibles. Además, desde hace cuarenta años, ha sido punta de lanza de la economía solidaria. Por todos estos motivos, y porque comparte la diagnosis, en Arç Cooperativa se sienten interpeladas a participar en este proceso colectivo para impulsar la transición ecosocial.
Y es que las entidades de la ESS tenemos un rol político totalmente alineado con el impulso de esta transformación: llevamos a cabo actividades socioeconómicas que resuelven problemas reales de la gente; somos un escaparate que demuestra la viabilidad de una economía diferente a la capitalista; hacemos de laboratorio de relaciones sociales no patriarcales, capitalistas o productivistas; y a la vez somos capaces de crear un sujeto emancipador mediante la transformación personal de las personas que trabajamos en estas organizaciones (Garcia Jané, 2022a).
Desde Arç Cooperativa han detectado la capacidad de actuar en cinco de las propuestas articuladas desde la XES para avanzar hacia la transición ecosocial, las cuales ya estaban desarrollando o las estaban empezando a aplicar: la promoción de un sistema financiero al servicio de las necesidades sociales; el fomento de actividades socialmente útiles; el apoyo de las administraciones a la ESS como pieza clave para un nuevo modelo socioeconómico; el reconocimiento de la economía de los cuidados y su democratización; y la mejora de las condiciones sociolaborales.
Y es que este proceso impulsado por el movimiento de la economía solidaria coincidió con el proceso de reflexión estratégica llevado a cabo durante el 2022 por la cooperativa catalana, que culminó con la creación de un marco estratégico para el periodo 2023-2025. Trabajar en paralelo estas dos reflexiones permitió que los tres pilares fundamentales sobre los cuales pivota este marco – el compromiso con la transición ecosocial, la innovación cooperativa y el crecimiento de las personas – estén alineados con las propuestas transformadoras propuestas desde la XES.
Arç Cooperativa: una organización comprometida con la transición ecosocial
Arç Cooperativa, juntamente con SERYES y CAES, ha sido uno de los agentes clave en la creación y la promoción del sector asegurador éticamente orientado, un sector que tiene como objetivo fomentar las realidades aseguradoras de carácter mutualista y éticas como instrumentos colectivos de cohesión social. En esta línea, su apuesta por el seguro ético y el sello EthSI viene de lejos y en este contexto toma más sentido que nunca.
En segundo lugar, la correduría de seguros catalana ha decidido apostar estratégicamente por desarrollar productos y servicios específicos para los sectores más estrechamente vinculados con la transición ecosocial y aquellos que desarrollan actividades sostenibles y socialmente útiles para cubrir las necesidades esenciales de las personas.
Además de su trayectoria aseguradora con entidades y organizaciones de la ESS, en Arç Cooperativa ofrecen un servicio integral de seguros para la vivienda cooperativa en cesión de uso y la movilidad sostenible compartida gracias a los acuerdos de intercooperació con entidades referentes del sector; han diseñado un programa asegurador para los riesgos de las comunidades energéticas; trabajan para desplegar seguros gestionados éticamente para cubrir vehículos de movilidad sostenible; y están negociando con entidades y compañías para ofrecer productos y servicios aseguradores específicos para personas en situación de vulnerabilidad o en riesgo de sufrir situaciones de discriminación.
En tercer lugar, Arç Cooperativa es una de las veinticuatro entidades que participan del proyecto Life eCOadapt50. La iniciativa, de ámbito catalán, pretende crear, de manera conjunta entre administraciones y agentes socioeconómicos y de conocimiento, una acción estratégica para adaptar los territorios y las actividades económicas especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático.
Así mismo, la entidad tiene definida una política de redistribución de la riqueza claramente orientada al equilibrio ecosocial a través de nuestras aportaciones a colectivos y una política de inversiones y participación en proyectos comprometidos con la sostenibilidad ambiental y social.
Si tenemos en cuenta la necesidad de reconocer la economía de los cuidados y su democratización, la correduría de seguros catalana ha promovido “políticas laborales que protegen, garantizan y normalizan la corresponsabilidad real y equitativa de las tareas de cuidados sin recibir ninguna penalización social ni tampoco laboral en cuanto a la posibilidad de promoción interna a las empresas” (XES, 2022). Su último Balance Social recoge que el tiempo dispuesto por cuidados personales o familiares del conjunto de las personas socias y trabajadoras de la cooperativa llegó al 2,5% de la capacidad de trabajo. Además, han incorporado prácticas que facilitan el desarrollo de los proyectos personales y la dimensión humana de nuestro proyecto.
Finalmente, hace muchos años que en Arç Cooperativa trabajan para garantizar unas condiciones sociolaborales dignas para todas las personas de la cooperativa. Su reglamento de Régimen Interno tiene en especial consideración a aspectos como la jornada laboral de 36 horas, las facilidades para la flexibilidad horaria y la autogestión de los equipos en materia de disponibilidad y el pago del 100% del anticipo por bajas laborales de larga duración.
Conclusiones
En los últimos años se han hecho importantes pasos adelante. La grave situación actual hace indiscutible los vasos comunicantes entre el sistema patriarcal, el modelo productivo y de consumo actual y la crisis ecológica planetaria. Por nuestra parte, el conjunto de la ESS hemos sido capaces de articular discursos y relatos, empezar a promover campañas con el apoyo de la ciudadanía crítica y, a la vez, hemos definido propuestas concretas que entidades, empresas y administraciones están empezando a incorporar.
La tarea que tenemos encomendada es un reto mayúsculo, pero a la vez es coherente con la manera de hacer que las entidades de la economía solidaria hemos practicado desde hace tantos años: construir alternativas comunitarias para desplegar un sistema socioeconómico donde la reproducción de la vida dentro de los límites del planeta prevalezca a las actividades productivas y que nos tiene que permitir articular comunidades más democráticas, solidarias y justas.
En Arç Cooperativa, como parte del proyecto de promoción sel seguro ético y solidario CAES, se encuentran alineadas a favor de la transición ecosocial, desplegando los objetivos trazados en su marco estratégico, siendo aliadas del resto de entidades de la economía solidaria y de la ciudadanía organizada dispuestas a trabajar por un futuro y unas vidas que merezcan la pena ser vividas.
Y del mismo modo que iniciábamos este artículo, lo terminamos con una reflexión de Jordi Garcia: “Quizás la ESS consiga ser parte del embrión de una economía postcapitalista, o al menos empujar fuerte en favor de la transición ecosocial; pero si al final el colapso nos atrapa, al menos que la hayamos convertido en una constelación de luciérnagas que señalan caminos de esperanza en medio de la oscuridad. En cualquier caso, tenemos mucho trabajo para hacer y ni un segundo para perder.” (García Jané, 2022a).
[7] Vilaseca Corominas, Eva (juliol 2019) “La dimensió ecològica de l’Economia Social i Solidària. Situació actual i reptes per a la transició ecològica” Universitat Autònoma de Barcelona https://economiasocial.coop/wp-content/uploads/20.pdf
La 15ª edición de IDEARIA reunió a más de 200 entidades y personas con el objetivo de renovar sus principios y profundizar en los compromisos de cooperación
Del 17 al 19 de junio pasado, Madrid acogió la 15ª edición de IDEARIA, el encuentro estatal de la economía alternativa y solidaria organizado por REAS Red de Redes, la red estatal de la ESS, y por el mercado social de Madrid. CAES participamos en este evento como entidad patrocinadora.
En este encuentro tuvimos la ocasión de conocer la nueva edición de la Carta de Principios de la Economía Solidaria, que ha implicado un trabajo de debate y revisión colectivo de casi dos años, tomando como punto de partida la última versión de 2011. La nueva Carta incorpora una mirada más feminista y ecologista. Este documento presenta los valores que, para REAS Red de Redes, caracterizan la economía solidaria. Asimismo, recoge los seis principios rectores de las acciones de la ESS: equidad, trabajo digno, cooperación, sostenibilidad ecológica, reparto justo de la riqueza y compromiso con el entorno.
Desde CAES os animamos a incorporar estos valores a vuestra actividad social y económica para generar espacios y relaciones socioeconómicas más plurales y diversas. De este modo, podremos afrontar los retos ecosociales que tenemos por delante. Aquí podéis consultar el documento completo.
Hace años que desde las Finanzas Éticas y la Economía Social y Solidaria (ESS) reivindicamos la Compra Pública Responsable (CPR) como una palanca de transformación que permite incorporar pautas del consumo consciente dentro de las administraciones. ¿Puede el sello EthSI de gestión ética y solidaria del sector asegurador convertirse en un aliado de estas prácticas más sostenibles y respetuosas?
“Una gran desconocida y una herramienta muy potente”. Así describían la CPR Amanda Ortega y Onditz Portabella, técnicas de Opcions especializadas en este ámbito, en un reportaje publicado el 2020. ¡Y no es para menos! Se calcula que la compra de bienes y servicios por parte de las administraciones públicas supone el 14% del PIB del estado español. Una cifra que podría ascender hasta el 20%, según algunos estudios.
Actualmente, la Ley de Contratos del Sector Público 9/2017 (LCSP) supone un marco legal favorable para la CPR, ya que obliga a las administraciones a “incorporar de manera transversal y preceptiva criterios sociales y ambientales, siempre y cuando guarde relación con el objeto del contrato.” En otras palabras, las personas técnicas y políticas están obligadas, por ley, a tener en cuenta criterios sociales y ambientales en los procesos de contratación pública.
El conjunto de la ESS y las Finanzas Éticas tenemos muy claro que este nuevo marco legal y la incorporación de estos criterios en la contratación pública supone una gran oportunidad si queremos avanzar hacia una sociedad más solidaria y respetuosa con las personas y el medio ambiente. Al fin y al cabo, la ciudadanía tenemos el derecho (y el deber) de pedir una rendición de cuentas a las administraciones públicas, fiscalizar los contratos que se hacen con el dinero público (nuestro dinero) y exigir a las personas responsables un claro compromiso con la sostenibilidad.
Además, la CPR implica una coyuntura favorable para la ESS. Tenemos una ventana para reivindicarnos como una red de empresas y organizaciones que ofrecemos bienes y servicios de calidad (también) para las administraciones, siempre poniendo el cuidado de las personas y los ecosistemas en el centro de nuestras actividades económicas.
¿Somos capaces de imaginarnos un pequeño porcentaje de la quinta parte del PIB que supone la compra pública circulando dentro de los mercados sociales? ¿Qué cambios radicales supondría para la sociedad? ¿Y si aspiramos a que una pequeña parte de este dinero sirva de motor para proyectos transformadores, solidarios y sostenibles?
La ESS ha sido capaz de articular un sistema integral de Finanzas Éticas que abarca los servicios bancarios, el crédito, los seguros y un conjunto de instrumentos de divulgación, educación y validación las prácticas financieras éticamente orientadas.
¿Y los seguros éticos y solidarios? ¿Qué instrumentos ya existentes podemos poner a disposición que permitan al sector público llevar a cabo un consumo más consciente y responsable? Onditz Portabella nos recordaba en el blog Me Cambio (El Salto) que si la CPR se complica, debemos hacerla más fácil. Por suerte, los seguros éticos y solidarios ya disponemos de una herramienta útil y con un largo recorrido que sirve para identificar las buenas prácticas dentro del sector asegurador: el sello EthSI.
Este sello es un certificado con más de una década de trayectoria. El 2008 el Observatorio de las Finanzas Éticas (promovido por FETS) desarrolló esta certificación y desde entonces un comité independiente formado por personas expertas vinculadas a la ESS y la sociedad civil evalúa si distintas entidades y productos disponen de los requisitos para ostentar el distintivo. Los aspectos que el comité tiene en cuenta están relacionados con el comportamiento ético de las organizaciones, la responsabilidad social, la inversión ética, así como la transparencia y su vinculación con la ESS y con entidades de las Finanzas Éticas, entre otros.
En 2020, algunos ayuntamientos catalanes como Monistrol de Calders (Barcelona) o Capafonts (Tarragona) ya contrataron seguros gestionados éticamente a través de contratos menores. Pero no ha sido hasta finales de 2021 que una administración pública, en este caso el Ayuntamiento de Mataró, ha incorporado el sello EthSI como un criterio puntuable en dos licitaciones. A finales de febrero se notificó la resolución de los contratos públicos en los que la gestión ética y solidaria de los servicios de seguro ha sido determinante. Arç Cooperativa, parte del proyecto de intercooperación para la promoción del seguro ético CAES, será la correduría que gestionará estos contratos.
Esta apuesta se trata de una petición histórica del sello EthSI que pedía “incorporar más allá de los criterios técnicos, criterios éticos, sociales y ambientales” puntuables en las pautas de adjudicación. Desde el Observatorio de las Finanzas Éticas, se valora este hecho como un hito para una certificación nacida de la sociedad civil organizada. “Que el distintivo sirva para fomentar el consumo responsable dentro de las administraciones públicas y contribuya a dar mayor coherencia en las políticas es una muy buena noticia”, declara Sergi Salavert, coordinador del sello.
Al fin y al cabo, lo que demuestra esta resolución es que, con la voluntad política necesaria, se pueden poner en valor aspectos éticos, sociales y ambientales en las pautas de adjudicación de un contrato de seguro durante la elaboración de un concurso público.
Si reivindicamos unos seguros gestionados éticamente y promovemos que personas, entidades y organizaciones practiquen un consumo consciente cuando escojan un producto y entidad aseguradora, podemos exigir que la administración pública tenga en cuenta estos mismos criterios para el desarrollo de proyectos de contratación.
Seguros gestionados éticamente para un proyecto social y cooperativo
Otro de los aspectos más relevantes de la resolución de estas dos licitaciones del Ayuntamiento de Mataró es que supone el broche final a un círculo virtuoso entre administraciones públicas, ciudadanía, ESS y empresas mercantiles dispuestas a avanzar en materia de sostenibilidad social y ambiental.
Los seguros adjudicados corresponden al proyecto Lloguem! Yes, We Rent!. Se trata de una iniciativa impulsada por el consistorio catalán para la promoción de la vivienda de alquiler asequible en la ciudad. Con este proyecto, el ayuntamiento hace de puente entre personas propietarias e inquilinas, organizadas a través de Bloc Cooperatiu, la primera cooperativa de inquilinas de Europa, facilitando la rehabilitación de fincas antiguas, estableciendo mecanismos de seguridad para el cobro de los alquileres e incidiendo en el mercado de alquiler de la localidad promoviendo unos precios más asequibles.
El proceso de creación de la cooperativa de inquilinas ha contado con el acompañamiento de otras entidades referentes de la ESS y el cooperativismo, como la Fundació Unió de Cooperadores de Mataró, el Colectivo Ronda o la cátedra de Economía Social del TecnoCampus.
El Ayuntamiento de Mataró ha demostrado como una administración puede ejercer de agente económico tejiendo redes entre empresas y entidades de la ESS, ciudadanía y empresas convencionales a través de políticas públicas que tengan como objetivo el bienestar de la ciudadanía.
Por su parte, las entidades de las Finanzas Éticas, en este caso Arç Cooperativa, nos integramos como un elemento más este engranaje formado por la ciudadanía organizada, la ESS y la administración para promover una vivienda de alquiler asequible a través de una gestión ética y solidaria de los seguros a partir de criterios de CPR.
Como defendían Portabella y Ortega, la CPR supone un cambio de paradigma para que la “contratación pública ocupe el lugar que le corresponde como un instrumento político para el logro de la sostenibilidad económica, social y ambiental”. De este modo, se estable una coherencia entre la gestión de las decisiones de contratación y los objetivos de política pública.
Como reconoce Luigi Carinci, consejero de Contratación Pública de REAS Red de Redes, “esta inclusión de criterios éticos representa un avance significativo hacia una contratación más responsable y un hito en la toma en consideración de la certificación EthSI como referencia para la administración”.
Más allá de estar orgullosas de este hito, las entidades de las Finanzas Éticas y la ESS tenemos la obligación de leer esta noticia como una nueva oportunidad. Debemos seguir trazando estrategias de difusión y sensibilización y mantener nuestra apuesta formativa en el mayor número de ámbitos posibles.
Si los seguros éticos son una palanca de cambio y existe una oportunidad de impulsarlos a través de la CPR es nuestra responsabilidad liderar esta lucha para que las instituciones públicas, conscientes de su papel como agente socioeconómico, pongan en marcha políticas activas con carácter transformador. Al fin y al cabo, se trata de fortalecer una economía solidaria que sitúe a las personas, las comunidades y el territorio en el centro del circuito económico como única alternativa viable hacia la sostenibilidad.
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